FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA

Señor de Misericordia

En 1931,santa Faustina Kowalska tuvo una visión de Jesús que le dijo:

 “Pinta una imagen Mía, según la visión que ves, con la inscripción: ‘¡Jesús, yo confío en Ti!.’

Yo deseo que esta Imagen sea venerada, primero en tu capilla y después en el mundo entero. Yo prometo que el alma que honrare esta imagen, no perecerá.

También le prometo victoria sobre sus enemigos aquí en la tierra, pero especialmente a la hora de su muerte. Yo el Señor la defenderé como a Mi propia Gloria.”

«Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel, sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia» (Diario,49)

«Hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible misericordia Mía. Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia» (Diario,699)

«Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi Misericordia» (Diario,1109)

“En aquel día están abiertas las entrañas de Mi Misericordia. Derramaré un mar entero de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia; el alma que se confiese [dentro de ocho días antes o después] y comulgue [el mismo día] obtendrá la remisión total de culpas y castigos”

“Que ningún alma tenga miedo de acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata. La humanidad no conocerá la paz hasta que no se dirija a la fuente de Mi misericordia” (Diario, 699)

“Di a las almas que les doy Mi misericordia como defensa, lucho por ellas Yo solo y soporto la justa ira de Mi padre.., esta Fiesta ha brotado de las entrañas de Mi misericordia para el consuelo del mundo entero” (Diario, 1517)

La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos … «y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mí misericordia» (Diario, 723).

En este mensaje, que Nuestro Señor nos ha hecho llegar por medio de Santa Faustina, se nos pide que tengamos plena confianza en la Misericordia de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con el prójimo a través de nuestras palabras, acciones y oraciones… «porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil» (Diario, 742).

QUÉ QUIERE JESÚS DE NOSOTROS?

  • Que confiemos totalmente en Él, que acudamos a Él en nuestros problemas.
  • Que seamos misericordiosos con las personas que nos rodean
  • Que hagamos al menos una obra de misericordia al día, Nuestro Señor nos dice:

“…Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte.

Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo: la primera- la acción, la segunda- la palabra, y la tercera la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacia Mí.”

Cuando no puedas ejercer la acción o la palabra, con la oración suples las dos primeras». (Diario, 742).

  • Que se venere su imagen de Misericordia.
  • Que oremos a las 3 de la tarde, hora de la Misericordia, hora en que Él expiró en la Cruz;
  • Que recemos el Vía Crucis en esa hora si podemos, o si no podemos aunque sea una pequeña oración.
  • Que recemos la Coronilla de la Divina Misericordia, para aplacar la santa ira de Dios por tantos pecados que se hacen en todo el mundo.
  • Que celebremos la Fiesta de la Misericordia, el primer domingo después del domingo de resurrección. Y Él prometió que las personas que se confiesen y comulguen en ese día reciben la absolución total de sus pecados.

OBRAS DE MISERICORDIA

obras de misericordia

El hacer obras de misericordia es muy importante pues Nuestro Señor nos dice:

“A través de esta imagen concederé muchas gracias a las almas; ella ha de recordar a los hombres las exigencias de Mi misericordia, porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil.” ( Diario, 742)

«Por medio de esta Imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso, que cada alma tenga acceso a ella. (Diario 570)

Durante el retiro de octubre de 1936, Jesús le dio a Santa Faustina indicaciones explícitas sobre lo que constituye la verdadera devoción de la Divina Misericordia:

“Hija mía si es que Yo reclamo a la gente, a través tuyo la devoción de Mi Misericordia, debes ser tú la primera en distinguirte en esta confianza en Mi Misericordia. Yo exijo de ti actos de misericordia, que deben realizarse por amor a Mí. Tú debes mostrar misericordia a tu prójimo siempre y en todas partes. No debes acobardarte ante esto o tratar de excusarte o de dispensarte de esto. Te estoy dando tres medios de ejercitar misericordia con tu prójimo: el primero por obra, el segundo de palabra, y el tercero por la oración. En estos tres grados está contenida la totalidad de la misericordia y es una prueba de tu amor por Mí. Por estos medios una alma glorifica y da tributo a Mi Misericordia. Si bien, el Primer Domingo de Pascua, es la Fiesta de la Misericordia, también deben haber otro actos de misericordia, y pido la adoración a Mi Misericordia en la Celebración Solemne de esta festividad y la veneración de esta imagen por medio de la cual yo concederé muchas gracias a las almas. Todo esto como un recordatorio de la urgencia de Mi misericordia, porque aún la fe más fuerte, sin obras no tienen valor”.(742)

ORAR POR LOS PECADORES

“La perdida de cada alma Me sumerge en una tristeza mortal. Tú siempre Me consuelas cuando rezas por los pecadores. Tu oración que más me agrada es la oración por la conversión de los pecadores. Has de saber, hija Mía, que esta oración es siempre escuchada” (Diario,1397)

NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA

Misericordia Divina

Hola, buen día!

Les escribo para compartirles que hoy viernes Santo comienza la Novena a la Divina Misericordia, es una excelente preparación para ganar la Indulgencia plenaria del día de la Divina Misericordia, el Domingo 12 de Abril del 2015.

Pueden descargar la novena a la Divina Misericordia aquí FOLLETO NOVENA

El Señor me dijo que rezara esta coronilla durante nueve días antes de la Fiesta de la Misericordia. Debe iniciarse el Viernes Santo.  Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias“. (Diario, 796)

El día de la Divina Misericordia ( siguiente domingo después del  domingo de Resurrección) nos brinda una promesa muy especial:

En este Día de Fiesta de Nuestro Señor las almas que van a la confesión y reciban la Santa Comunión obtendrán el perdón total de las culpas y de las penas. 

Las palabras textuales de nuestro Señor Jesucristo a Santa Faustina son:

El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. Ese día todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias se abren. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata…. La humanidad no encontrará paz hasta que se vuelva a la Fuente de Mi Misericordia“(Diario, 699).

Tomemos también en cuenta los requisitos que la Iglesia nos ordena para ganar las Indulgencias plenarias.

Puedes leer sobre las Indulgencias aquí

REQUISITOS PARA GANAR UNA INDULGENCIA PLENARIA 

Para ganar una indulgencia plenaria, en año normal o en año santo, debes siempre cumplir los TRES REQUISITOS siguientes:

1. La Confesión.

Hacer una confesión profunda. La confesión puede hacerse el mismo día que se quiere ganar la indulgencia o haberla hecho recientemente. Es importante también que tengamos un deseo sincero de cambiar y dejar nuestros vicios y apegos a seguir en situación de pecado.

2. La Comunión.

Esta debe llevarse a cabo el mismo día en que quiera ganarse la indulgencia.

3. La oración por las intenciones del Papa.

Debes rezar un Padre Nuestro, una Ave María y un Gloria, y ofrecerlas por las intenciones del Papa.

Un poco más sobre las INDULGENCIAS

El Sumo Pontífice, animado por un ardiente deseo de fomentar al máximo en el pueblo cristiano estos sentimientos de piedad hacia la Misericordia divina, por los abundantísimos frutos espirituales que de ello pueden esperarse, en la audiencia concedida el día 13 de junio de 2002 a los infrascritos responsables de la Penitenciaría apostólica, se ha dignado otorgar indulgencias en los términos siguientes:

Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos rece, en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, “Jesús misericordioso, confío en ti”).

Se concede la indulgencia parcial al fiel que, al menos con corazón contrito, eleve al Señor Jesús misericordioso una de las invocaciones piadosas legítimamente aprobadas.

Además, los navegantes, que cumplen su deber en la inmensa extensión del mar; los innumerables hermanos a quienes los desastres de la guerra, las vicisitudes políticas, la inclemencia de los lugares y otras causas parecidas han alejado de su patria; los enfermos y quienes les asisten, y todos los que por justa causa no pueden abandonar su casa o desempeñan una actividad impostergable en beneficio de la comunidad, podrán conseguir la indulgencia plenaria en el domingo de la Misericordia divina si con total rechazo de cualquier pecado, como se ha dicho antes, y con la intención de cumplir, en cuanto sea posible, las tres condiciones habituales, rezan, frente a una piadosa imagen de nuestro Señor Jesús misericordioso, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, “Jesús misericordioso, confío en ti”).

Si ni siquiera eso se pudiera hacer, en ese mismo día podrán obtener la indulgencia plenaria los que se unan con la intención a los que realizan del modo ordinario la obra prescrita para la indulgencia y ofrecen a Dios misericordioso una oración y a la vez los sufrimientos de su enfermedad y las molestias de su vida, teniendo también ellos el propósito de cumplir, en cuanto les sea posible, las tres condiciones prescritas para lucrar la indulgencia plenaria.

Los sacerdotes que desempeñan el ministerio pastoral, sobre todo los párrocos, informen oportunamente a sus fieles acerca de esta saludable disposición de la Iglesia, préstense con espíritu pronto y generoso a escuchar sus confesiones, y en el domingo de la Misericordia divina, después de la celebración de la santa misa o de las vísperas, o durante un acto de piedad en honor de la Misericordia divina, dirijan, con la dignidad propia del rito, el rezo de las oraciones antes indicadas; por último, dado que son “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5, 7), al impartir la catequesis impulsen a los fieles a hacer con la mayor frecuencia posible obras de caridad o de misericordia, siguiendo el ejemplo y el mandato de Jesucristo, como se indica en la segunda concesión general del “Enchiridion Indulgentiarum”.

Este decreto tiene vigor perpetuo. No obstante cualquier disposición contraria.
Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría apostólica, el 29 de junio de 2002, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, apóstoles.

OFRECER LA SAGRADA COMUNIÓN

Corazones sagrados de la Bella María y Jesús.bmp_thumb[2]

Señor de la Misericordia yo te suplico con todo respeto y humildad, que por ésta comunión que me acabas de conceder, salga un alma del purgatorio por cada latido de mi corazón; que unidos a los latidos del tuyo y a los del Inmaculado Corazón de María, por sus dolores y lágrimas al verte en la cruz, alcancen también este privilegio la ánima sola, mis familiares, parientes y amigos difuntos.

( El corazón humano late 80,000 veces por día)

(Rezarla después de comulgar principalmente en día sábado)

 

FIESTA DE LA MISERICODIA

La FIESTA DE LA MISERICORDIA DIVINA, nos brinda un hermoso regalo que brota del mismo corazón traspasado de Jesús.

Palabras de Jesús a Sor Faustina ( Diario Espiritual)

«Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia»
«Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mí misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas»
«En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias»
«Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata»
«Mi misericordia es tan grande que en toda la eternidad no la penetrará ningún intelecto humano ni angélico»
«La humanidad no conocerá paz hasta que se dirija a la Fuente de Mi misericordia.» (Diario 699)
«Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi misericordia. Si no adoran Mi misericordia, morirán para siempre. Secretaria de Mi misericordia, escribe, habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible, el día de Mi justicia» (965)
«Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi misericordia» (1109)

Por eso, el Sumo Pontífice Juan Pablo II, animado por un ardiente deseo de fomentar al máximo en el pueblo cristiano estos sentimientos de piedad hacia la Misericordia divina, por los abundantísimos frutos espirituales que de ello pueden esperarse, en la audiencia concedida el día 13 de junio de 2002 a los infrascritos responsables de la Penitenciaría apostólica, se ha dignado otorgar indulgencias en los términos siguientes:

Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos rece, en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, «Jesús misericordioso, confío en ti»).

Se concede la indulgencia parcial al fiel que, al menos con corazón contrito, eleve al Señor Jesús misericordioso una de las invocaciones piadosas legítimamente aprobadas.

Además, los navegantes, que cumplen su deber en la inmensa extensión del mar; los innumerables hermanos a quienes los desastres de la guerra, las vicisitudes políticas, la inclemencia de los lugares y otras causas parecidas han alejado de su patria; los enfermos y quienes les asisten, y todos los que por justa causa no pueden abandonar su casa o desempeñan una actividad impostergable en beneficio de la comunidad, podrán conseguir la indulgencia plenaria en el domingo de la Misericordia divina si con total rechazo de cualquier pecado, como se ha dicho antes, y con la intención de cumplir, en cuanto sea posible, las tres condiciones habituales, rezan, frente a una piadosa imagen de nuestro Señor Jesús misericordioso, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, «Jesús misericordioso, confío en ti»).

Si ni siquiera eso se pudiera hacer, en ese mismo día podrán obtener la indulgencia plenaria los que se unan con la intención a los que realizan del modo ordinario la obra prescrita para la indulgencia y ofrecen a Dios misericordioso una oración y a la vez los sufrimientos de su enfermedad y las molestias de su vida, teniendo también ellos el propósito de cumplir, en cuanto les sea posible, las tres condiciones prescritas para lucrar la indulgencia plenaria.

Este decreto tiene vigor perpetuo. No obstante cualquier disposición contraria.

Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría apostólica, el 29 de junio de 2002, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, apóstoles.

QUÉ QUIERE DECIR ESTO?

Es decir, quien arrepentido se confiese y comulgue el Domingo de la Divina Misericordia, podrá recibir el perdón de las culpas y de las penas de sus pecados, gracia que recibimos sólo en el Sacramento del Bautismo o con la indulgencia plenaria. O sea que si su arrepentimiento ha sido sincero y si cumple con las condiciones requeridas (confesión sacramental, comunión eucarística, oración por las intenciones del papa y desapego a todo tipo de pecado incluso venial), el alma queda como recién bautizada, libre inclusive de las penas del purgatorio que acarrean nuestros pecados aun perdonados ( ya confesados). Pues aunque cuando nos confesamos se nos perdonan los pecados que confesamos, nuestra alma queda lastimada, manchada, herida,  dañada por el pecado. Y es en el purgatorio donde tenemos que terminar de purificar nuestra alma para poder ir al cielo.

La FIESTA DE LA MISERICORDIA, nos brinda la oportunidad de limpiar nuestras almas, aún de estas penas!!!! Éste 2012 será el Domingo 15 de Abril!!

Una excelente preparación para ésta hermosa fiesta, es ofrecerle a nuestro Señor la Novena a la Divina Misericordia.

Si deseas recibir un folleto para un examen de conciencia que te ayuda a prepararte para una buena confesión, solícitalo en los comentarios 🙂

YO CONFÍO EN TI

¿ Por qué te confundes??

 Por que te confundes

 Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?

 Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor.

 Cuando te abandones en Mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios.

 No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos.

 Cierra los ojos del alma y dime con calma “ JESÚS…YO CONFÍO EN TI”

 Evitas las preocupaciones y angustias y lo que pueda suceder después.

 No estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas.  Déjame ser DIOS y actuar con libertad.

 Abandónate confiadamente en Mí. Reposa en Mí y deja en mis manos tu futuro.

 Dime frecuentemente “ JESÚS, YO CONFÍO EN TI”

 Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver tus cosas a tu manera.

 Cuando me dices: “JESÚS… YO CONFÍO EN TI”, no seas como el paciente que le pide al médico que le cure, pero le sugiere el modo de hacerlo.

 Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo. YO TE AMO.

 Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía.

 Continúa diciéndome a toda hora:  “JESÚS… YO CONFÍO EN TI”.

 Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles, El enemigo quiere eso: agitarte, angustiarte y quitarte la paz.

 Confía sólo en Mí, abandónate en Mí.  No te preocupes, deposita en Mí tus angustias y duerme tranquilamente.

 Dime siempre: JESÚS… YO CONFÍO EN TI” y verás grandes milagros.

 

Te invito a descubrir el mayor de los atributos de Dios: Su Misericordia,  es un mensaje de Esperanza, de Paz, de Amor ¿ no te gustaría saber de qué se trata? ¿ No quiere conocer éste mensaje de Vida en medio de un huracán de malas noticias, desastres, enfermedades, muerte, terremotos y de tanta desesperanza?  Sigue leyendo y encontrarás un tesoro Jesús, yo confío en Ti